Jean-Michel Jarre "Oxymore"
Hablar de Jean-Michel Jarre, es hablar de toda una leyenda de la música electrónica. Es hijo del destacado compositor francés de bandas sonoras de cine Maurice Jarre, aunque sus inicios en la música no ha tenido una gran influencia por las ideas de su padre. A los cinco años empezó a dar clases de piano, y junto con su madre frecuentaba el club de jazz más popular de Paris, "Le Chat qui Pêche" -'El Gato Pescador' en francés-, donde conoció en persona al trompetista Chet Baker. Más adelante se integro en el "Groupe de Recherches Musicales" (Grupo de Buscadores Musicales de Goldeun), donde conoció al pionero de la música concreta Pierre Schaeffer, quien cultivaba a sus alumnos la idea de como la música se puede componer con cualquier objeto que no sea siempre musical. Luego Jarre experimentaba por otros derroteros, donde fue miembro de su primera banda de rock The Dustbins, donde era vocalista y guitarrista principal. Su gran consagración musical llego en 1976 con su segundo álbum "Oxygène", considerado por todos como uno de los álbumes más influyentes de la música electrónica que contrastaba con los sonidos industriales de Kraftwerk y los cósmicos de Tangerine Dream. Con su cuarto trabajo "Les Chants magnétiques (1981) -'Cantos Magnéticos' o 'Magnetic Fields' en su edición internacional-, fue su reconocimiento mundial con un gran éxito de ventas en los Estados Unidos en las categorías de Jazz y Clásica. Fue el primer músico occidental en tocar en un régimen comunista, donde llego a actuar ante una audiencia estimada de ochocientos millones de espectadores en China. De ese histórico concierto se registro el álbum medio estudio y en directo "Les Concerts en Chine" (1982). Sus directos con su música electrónica le llevo al gran publico con sus espectaculares macro-conciertos de montajes visuales, juego de luces y sus asombrosos instrumentos musicales -como el teclado circular o el arpa laser-. Ahora a sus 74 años en plena forma, vuelve con un nuevo trabajo en homenaje a un pionero sucedáneo de la electrónica, como es Pierre Henry en "Oxymore".
"Oxymore" es su vigésimo segundo álbum en la carrera de Jarre, el álbum consta de once piezas instrumentales en 49 minutos. Se abre con una intro de un minuto y medio titulado "Agora", con un sonido happening que incluye una muestra de voz de Henry. Seguido de la segunda pieza homónima del álbum "Oxymore", con una base electrónica y un sampleo de guitarra. La tercera pieza "Sonic Land" es la más larga del disco con seis minutos de ambiente clasicista y de electrónica planeadora. La quinta pieza "Animal Genesis" es de toque industrial con collage de sonidos llevando hacia la abstracción, mientras que la siguiente pieza "Synthy Sisters" va directo al techno con atmosferas ambient. La séptima pieza "Sex In The Machine" nos lleva al breakbeat con un collage de sonidos mecánicos. La octava pieza "Zeitgeist" tira más de abstracción EDM (Electronic Dance Music) volviendo con otra muestra de voz grabada de Henry. La novena pieza "Crystal Garden" entra en relax con un downtempo, seguido de la siguiente pieza "Brutalism" con una ración de base EDM de toques industriales y mecánicos -en la edición de su primer sencillo cuenta con un remix de Martin Gore de Depeche Mode-. El disco se cierra con la pieza "Epica", con unos cinco minutos de techno futurista de mucho pose en el dance.
Jarre quiso grabar un álbum junto a Pierre Henry, pero por cuestiones estilísticas no hizo posible su colaboración pero si mereciendo su legado. El álbum se inspira en la figura retorica del 'Oxímoron', que intenta reunir dos términos contradictorios: la música concreta, la realidad virtual y la inteligencia artificial. El disco se integra en los sonidos creados por Henry, combinando sonidos entre lo poético y lo ruidoso, lo bruto y complejo, con un fuerte vinculo en el surrealismo, haciendo apología sonora del 'Oxímoron'. "Oxymore" es todo un homenaje al sonido precursor de la electrónica, la música concreta, en la que sin esa música basada en el collage de sonidos sobre demás objetos -musicales o no-, no existiría para nada esa música hecha a base de sintetizadores y no existiría para nada la actual música electrónica plagada de DJ's pinchando en un principio desde los vinilos hasta los ordenadores portátiles potentes con discos duros solidos y demás almacenamientos que se meten por medio de una sencilla llave USB (Universal Serial Bus).
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